Las cámaras timelapse instaladas en diferentes sitios en Argentina se programaron para tomar varias fotografías por día. Las fotos se guardan automáticamente en una tarjeta de memoria en la cámara, y luego se almacenan en forma definitiva en un servidor de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.
A partir de las imágenes digitales de la vegetación se obtiene la información correspondiente al rojo, verde y azul (RGB) en forma separada. Los datos de cada imagen luego se convierten en índices cuantitativos que proveen información comparable año tras año, e incluso entre diferentes ecosistemas, sobre el estado fenológico de la vegetación.
Los resultados obtenidos a partir de las imágenes digitales se pueden comparar con los obtenidos a través de imágenes satelitales, y usarse para mejorar los modelos de productividad primaria y la respuesta de la vegetación al cambio climático u otros cambios globales.
Próximamente instalaremos más cámaras en otros ecosistemas de Argentina, por ejemplo en bosques de Misiones y de la región chaqueña.